Princesa Solitaria es una chica enamorada de la escritura, que creció entre las páginas de la más que famosa saga "Harry Potter", y que, además, tiene nombre real... Alexandra. Ronda los 20 años.
Cuando terminé el primer libro de la saga, creo recordar que tenía siete años. Había leído libros antes, claro, pero no volúmenes en condiciones: cuentos a montones, de hadas, elfos, caballeros y princesas, dragones... Y me di cuenta de que el mundo podía ampliarse tanto como uno quisiera. Desde entonces, comenzaron a pasar novelas cada vez mayores, por mis manos. Y ¿por qué no? Me enganché.
¿El paso de
escribir? Llegó sólo. Entonces no me di cuenta, era muy pequeña, pero vivía más, dentro de mi cabeza, que en la vida real. Después de
alimentar una mente juvenil con tanto aderezo fantástico y tantos mundos
diferentes, ¿de verdad no me planteaba que algún día mi cabeza quisiera dar de
sí, también? Pues, el momento llegó y me dediqué a rellenar libretas (aún me
sigo encontrando relatos de hace, por lo menos, siete años), sin ser del todo
consciente.
Eh, pero ahora lo
soy. Me encanta escribir, aunque me encanta en el sentido de estar tomando
apuntes en clase de química y al repasar, me encontraba alguno de los diálogos
que preparaba para mis historias. Es tanta la implicación, que mis libretas de
estudio comparten hueco con fragmentos de mis “libros”. Quiero a mis personajes
tantísimo… A todos, incluso a los malos (no sé porqué cuento esto).
En fin... ¿Qué decir sobre la lectura? Que sin ella no sería yo, no sería Alexandra, y Princesa Solitaria nunca se habría armado de valor para crear este espacio pequeño en la web, y desatar sus sentimientos. Leyendo viajamos, nos inspiramos, nos enamoramos, volamos, y un enorme etc que prefiero no poner porque mi presentación se haría eterna. Escribiendo nos encontramos a nosotros mismos, nos sorprendemos, maduramos y crecemos, y todo gracias a las letras, que forman palabras, y con ellas... se crean Vidas de Tinta y Papel.
Me pides originalidad, ¿qué puedo decirte que no hayas dicho tú? Has resumido una vida de sentimientos en unos párrafos. Me encanta este espacio. Siento no presentarme como colaboradora, posiblemente no soy ni suficientemente mayor ni suficientemente capacitada. Sólo puedo desearte suerte desde lo más profundo de mi alma.
ResponderEliminarHola, Alexandra,
ResponderEliminarQuien primero disfruta con tu libro eres tú misma, escribiéndolo. Para quienes nos gusta escribir, hacerlo es un placer.
Ediciones Alféizar me ha publicado la novela “La vida es un acto de soledad que pasamos en compañía” y la estoy dando a conocer. Al ser yo un escritor desconocido y la editorial pequeña, la promoción resulta costosa. Adjunto la sinopsis y estoy dispuesto a facilitar la lectura. De momento está colgada en Amazon. Es una novela que gustará porque es capaz de emocionar y hacer pensar. Se trata de una denuncia contra el machismo y el maltrato de género, desgraciadamente aún tan de moda.
SINOPSIS:
A los nueve años, Rafael sin motivo sanitario fue encerrado por su padre en un sanatorio mental. A los diecinueve le corresponde salir y regresa al pueblo. En la casa familiar le reciben sin interés, es claramente un extraño conocido, le obligan a trabajar sin descanso y le castigan con la indiferencia más cruel. A los miembros de la familia Hacha les cuesta decir la verdad y hay momentos en los que la oscuridad les domina. Buscando ocultar la turbia historia familiar protagonizada por el abuelo difunto, mienten a Rafael.
La abuela paterna de Rafael también sufre el destierro. Cuando el joven la visita en estricto secreto, la anciana le da la clave del desprecio con el que le tratan en casa de su padre.
Rafael decide irse, antes deja claro que ha tomado ciertas decisiones que no les gustarán. En la ciudad conoce a Laura y descubre una tipología de persona radiante, limpia. La situación de soledad que ambos viven, la mutua comprensión y la necesidad de compañía facilitan un noviazgo breve e impulsivo. Laura dedica tiempo al padre que resta al marido. Mostrando su esencia autoritaria y egoísta, Rafael, lejos de mostrarse comprensivo, se pone celoso, no quiere compartir a la esposa. La escasa comunicación les encamina hacia la desavenencia. Como un fenómeno integrador aportado por el destino, aparece Luz, una niña huérfana y preciosa, de ocho años, que no tiene familia y acabará en el hospicio si Laura y Rafael no la recogen, la adoptan y Luz pronto cautiva a su nuevo padre.
Rafael jamás ha podido superar los penosos espectáculos conyugales de su niñez y un mal día cambia el tratamiento hacia su esposa Laura llamándola ¡Oye, tú! A partir de ahí, se suceden los alardes de machismo. La quiere con ahínco y la detesta con tesón. Laura empieza a compartir a su marido con las cartas, el alcohol y las prostitutas.
En el sanatorio mental, Dolores para los internos supone un substitutivo de la madre biológica. Cuando la desesperación le supera, Rafael regresa a ella en busca de consejo.
Muy agradecido de antemano, disculpa las molestias y ánimo con tus libros.
Tomás Cánovas Pardo.