lunes, 13 de enero de 2014

Chicas que quieren ser zombies escuálidos de color azul

Cuando las risas cesan y me invade la calma, me doy cuenta de que no puedo dejar de mirar a la niña, que de puntillas, se alza para continuar adornando el gigantesco árbol navideño, por sus ramas más bajas.
Entonces, el abrazo de alguien a mi lado me hace reír con fuerza, y bañados por las luces de colores, la admiramos abrazados:
La princesa crece, y cada año, cada navidad, es algo mayor. A veces, me da miedo mirarla tanto. Su padre también lo dice, ¿podríamos desgastar la belleza de la más hermosa de las muñecas? Al fin y al cabo, nada es eterno… Pero ella sí.
¿Se acaba acaso la magia? Siempre que viva en algún corazón, resistirá cientos de finales, y resurgirá de sus cenizas como el fénix. Y nuestra princesa lo hará, puesto que ya tiene ganados al completo dos fuentes de vida que se hinchan con una sola de sus sonrisas luminosas, y que se desviven por sus miradas de hielo.
Pero, aunque me duela reconocerlo, ya nadie cree en la realeza, ¿qué será entonces de mi pequeña princesa? De sus rizos dorados y sus labios rosados… ¿Prestará alguien verdadera atención a sus dulces “te quiero”? ¿Llorarán al verla triste y le darán consuelo?
Jace me dice que no tenga miedo, ella es fuerte. No es de porcelana, aunque mis ojos así lo vean. Es feliz en su ignorancia, mi pequeña. Y tan dulce, que conmueve a cualquier alma.  Por eso, verla crecer, tratando de lograr alcanzar la rama más alta para decorarla con bolas plateadas, me destroza. ¿Dejará que algún día le arrebaten sus sueños? ¿Le arrancaran su corona? Por muy fuerte que sea mi niña, esas cosas hunden y dejan huella… ¿Y si ella misma deja sus vestidos para inspirarse en la nueva moda? ¿Se vestirá de piel y huesos, en lugar de tul y seda?
Sale en las noticias, ya no se escucha a las princesas. Todas quieren rostros afilados y caderas estrechas. Ojos sin vida y andares como de almas en pena.
¡No quiero ese cruel destino para mi pequeña! Sus ojos grandes los coloreó el cielo, ¡nadie se merece caer en esa condena!
¿Por qué esa absurda moda de desnudar el alma y lucir como esqueletos? ¿De verdad la gente cambia huesos por peso? ¿Dónde quedan los valores, el amor propio y el respeto?
Vuelvo en mí, al escucharla reír. Ha logrado alcanzar una rama más alta, y me echo a llorar en los brazos de Jace cuando nos regala una carcajada de emoción. Hace palmas con las manos, tan pequeñas y delicadas. ¡Le emociona hacerse mayor! Pero claro… Ella sólo piensa en ser alta para decorar solita el árbol entero, ¡no para convertirse en una esbelta modelo! Espero… Pues cada vez que recuerdo esa vida, de tacones altos, minúscula ropa y sesiones de fotos de duraciones desmedidas, noto el estómago revuelto y la cabeza me da vueltas. No era belleza lo que se conseguía…
Al acariciarme los brazos, me asusto y busco un espejo para comprobar que soy yo, y no un saco de huesos. Y recuerdo mis pesadillas. Me persiguen rostros pálidos, sin vida apenas. Me llaman para que los acompañe y me dan pena.
Los brazos de Jace vuelven a encontrarme y me besa, deteniendo mi llanto.
–No tengas miedo –me susurra – ahora, tú también eres mi princesa –limpia mis lágrimas y besa mi pelo. Entiendo lo que me dice, yo también visto de seda.
 Los dos sonreímos, con la mirada de vuelta en el punto vestido de rojo que gira y gira, dando vueltas sobre la alfombra, con los brazos extendidos y el pelo revuelto. Las luces la bañan y comprendo: nunca podemos dejar que se consuma algo tan bello. Cueste lo que cueste, tenemos que luchar contra las inseguridades y el miedo.



“Dar la cara por lo que queremos”

Por Princesa Solitaria 
(Alexandra)


Este relato ha conseguido el tercer premio en el primer concurso del blog "Érase una vez..." Tenía muchas dudas a la hora de presentarlo, pero por lo visto no ha salido tan mal la cosa. Le doy las gracias a P. F. Roche por organizar el concurso y por darle una oportunidad a mis letras. Desde aquí, un gran saludo a los demás ganadores y a todos aquellos que me leen en "Vidas de Tinta y Papel"... Si las palabras no fueran leídas... ¿Qué sería de ellas?


3 comentarios:

  1. ¡¡¡Que bonitooooo!!!
    Un relato hermoso que conmueve nada mas verlo, sincera y perfecto para la ocasión. Eres un crack Princesita, no pares de escribir, los dones son valiosos ;D
    Un besote
    Lena

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  2. Madre mia!!!! Siempre me dejas sin palabras!!! Qué relato más bonito!!!! *.*
    Lo último ha sido el remate!! " cueste lo que cueste, tenemos que luchar contra las inseguridades y el miedo" me encantó!!!! preciosoo y taaan cierto!!

    Wuuo!!! ENHORABUANAA!!! Arraaaasaaasas!!!! ^^

    Un beso! ;)
    http://myworldlai.blogspot.com.es/

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  3. Tercero??¿ Solo tercero?¿¿ Dios no me imagino los otros dos relatos pero este... me ha dejado sin palabras. Simplemente perfecto. Tu prosa ha sido tan delicada y bella...

    Me encantó, bss

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Las opiniones son relativas, así que me encantaría saber la tuya... ¿La dejas por aquí? ¿Sí? Muchas gracias...
¡Ah! Y don't worry, ¡me paso por tu blog encantada!

P.D: pido originalidad, ¡no al copieteo ladies and gentlemen!
:)